Parece una declaración de amor, y ¡lo es! Los dientes son muy valiosos y debemos cuidarlos, porque no son para unos meses o años, son para toda la vida. Lo bueno es que siguiendo unos consejos básicos e incorporándolos a nuestros hábitos diarios ¡es muy sencillo conseguirlo!

        Os hago un recordatorio, por si a alguno se le ha olvidado:

         – Evitar azúcares cariogénicos en nuestra alimentación: Adoptar una dieta sana es determinante en nuestra salud bucal. Algunos alimentos dulces generan unos ácidos que atacan el esmalte debilitándolo, pudiendo incluso destruirlo, es lo que se conoce como caries dental.

        – Cepillado correcto: No importa que el cepillo sea manual o eléctrico, lo importante es cepillar cuidadosamente todas las áreas de la boca. Comienza por los dientes superiores, desde arriba hacia abajo; después limpia los dientes inferiores desde abajo hacia arriba. Por la cara interna y la superficie de masticación. Como mínimo 2 veces al día, durante 2-3 minutos, preferentemente después de cada comida y antes de acostarse. Acabar con el cepillado de la lengua de atrás hacia delante. Y ¡no olvidéis renovar el cepillo cada tres meses!

        – El flúor, un gran aliado: Para combatir la caries, utiliza un dentífrico con la dosis de flúor óptima adaptada a tu edad.

        – Utilizar cepillos interproximales o seda dental: Al menos una vez al día. Así eliminamos la placa bacteriana que se acumula en zonas interdentales y bajo las encías, ayudando al mantenimiento de éstas y evitando la enfermedad periodontal.

        – Utilizar un enjuague bucal: Se recomienda enjuagarse con el producto (formulado específicamente para nuestras necesidades) sin diluir, 2 veces al día, durante 1 minuto. No ingerir alimentos ni bebidas hasta media hora después de su uso.

        – Visitar al odontólogo: Tienen mala fama, pero luego ¡no es para tanto! Como medida preventiva y para evitar complicaciones, siempre se aconseja acudir al menos una vez al año al odontólogo. No esperéis a tener una dolencia o afección para acudir.

 -Elegir productos de calidad: No fiarse de cualquier laboratorio, dejad que el dentista o el farmacéutico os recomiende.

Seguir estas recomendaciones son fundamentales para tener una boca sana. Evitaréis la mayoría de enfermedades de la boca más comunes, normalmente asociadas a problemas en las encías debido a la acumulación de placa bacteriana; tales como: gingivitis, periodontitis, caries, sensibilidad y halitosis. Cualquier consulta sobre éstas, ¡no dudéis en preguntar! Que paséis una buena semana.