No puedes y te angustias, hasta puede crearte ansiedad. Sí, esta semana toca un tema delicado. Hablo del estreñimiento. A raíz de una conversación con un amigo, me ha parecido que más gente podría estar interesada porque es un tema que suele preocupar. No es fácil definir exactamente qué es el estreñimiento, ya que los hábitos intestinales que se consideran normales, pueden variar mucho de una persona a otra. Dentro de la normalidad, puede estar entre 3 veces a la semana y 3 veces al día, con una eliminación sin dificultad. Es un error pensar que hay que hacer una deposición a diario, hacerlo una vez cada tres días entra dentro de la normalidad. Esto es fundamental, porque hay mucha gente que abusa de laxantes por esta creencia, y esto es innecesario, además de que puede resultar perjudicial.
El estreñimiento, por lo tanto, puede consistir tanto en una baja frecuencia de deposiciones (menos de 3 deposiciones semanales) como en un esfuerzo para defecar. Puede ser secundario, asociado a causas como enfermedades, toma de algún medicamento,… etc (en este caso es importante seguir los consejos del médico); o primario, sin causa probada, que suele ser el más frecuente. Las causas más probables suelen ser: una dieta incorrecta, un horario irregular o una vida sedentaria.
El estreñimiento también puede ser crónico, si se sufre “desde hace muchos años”. Suele deberse a un mal funcionamiento del intestino grueso, del recto o del ano. No suele tener consecuencias graves para la salud y estas personas no tienen más riesgo de padecer un cáncer (que también lo he escuchado alguna vez).
Si el estreñimiento es primario, puede que reeducando los hábitos y el estilo de vida se consiga solucionar. Las medidas a adoptar serían:
–Beber abundante agua: hidratamos la comida desde la boca, el bolo “resbala mejor” por el tubo digestivo. Se recomienda beber 1,5 l agua al día, de los cuales uno o dos vasos de agua sean en ayunas.
–Establecer un horario fijo: acudiendo al baño a la misma hora. Para ello también nos ayudará ser regular con los horarios de comida.
–No demorar la respuesta ante el reflejo de defecación. Acudir al baño lo antes posible.
–Aportar en la dieta mayor cantidad de fibra: una dieta rica en fibra (frutas, verduras, hortalizas, pan integral y legumbres). Para conseguir los 30 g diarios de fibra recomendados, es necesario incluir en la dieta diaria un plato de verdura cocinada, una ensalada (como plato o guarnición), tres piezas de fruta y comer legumbres al menos dos veces por semana. Además se aconseja tomar pan integral. También ayuda bastante tomar cereales o unas ciruelas pasas en el desayuno, que aportan gran cantidad de fibra y no supone mucho esfuerzo.
–Evitar la vida sedentaria: Hacer algo de ejercicio no solo ayuda a combatir el sobrepeso, también mejora el sueño y la motilidad intestinal. Una actividad física regular y adecuada a las características de cada uno, ayuda a tonificar los músculos abdominales, por ejemplo, caminar 30 minutos todos los días.
Si después de tomar estas medidas el estreñimiento perdura, se puede recurrir al uso de plantas con efecto laxante. Dentro de las plantas con acción laxante mecánica, tenemos la Ispágula (Plantago ovata). Esta planta es rica en mucílagos. Estos forman con el agua un gel viscoso que no se digiere y que hincha las heces, las ablanda y aumenta el movimiento intestinal sin producir dolor, irritación, ni pérdida de sales minerales. La acción no suele ser inmediata, puede tardar varios días en comenzar el efecto. Por su mecanismo de acción, puede interaccionar con la toma de otros medicamentos, ya que retrasa su absorción, siempre hay que separar la toma al menos 1 hora del resto de medicamentos. Se utiliza mucho en casos de estreñimiento crónico.
Tenemos también plantas con acción laxante irritante. Se suelen utilizar en casos de estreñimiento ocasional, por ejemplo en viajes. Su acción es más o menos suave en función de la dosis, de manera que a dosis altas actúan como purgante, produciendo la salida de heces líquidas diarreicas acompañadas de retortijones. El efecto se manifiesta normalmente a las 8 horas de tomar el remedio, se recomienda tomarlo por la noche. Actúan estimulando el peristaltismo intestinal, produciendo contracciones que pueden provocar dolores intestinales, y disminuyendo la absorción de agua y electrolitos, con lo que aumenta el líquido intestinal y favorece la acción motora que provoca la defecación. Su empleo no debe superar los 10 días, ya que producen pérdida de líquidos y alteran el reflejo natural, pudiendo llegar a producir el efecto contrario. Contraindicadas en niños menores de 12 años, embarazadas o en periodo de lactancia, o mujeres durante la menstruación. Tampoco en caso de dolor u obstrucción abdominal ni apendicitis.
Entre ellas, se toleran bien: Cáscara sagrada, Frángula y Sen.
También existen plantas con acción laxante por sus propiedades colagogas, aumentan la secreción de bilis en el intestino. Son el Boldo y el Diente de León.
Si con la toma de estas plantas, no se consiguen los efectos esperados, es aconsejable ir al médico.
Espero que os sirvan de ayuda estos consejos, ¡buen fin de semana blogticarios!