Hoy quería hablaros sobre una enfermedad masculina que está relacionada con el envejecimiento: la Hiperplasia Benigna de Próstata. Se lo dedico a Pedro, un blogticario que me sigue y que hace ya bastante tiempo quería que escribiera algo sobre el tema, porque me comentaba que la mayoría de los post que escribo son para mujeres, ¡pero yo no lo creo! ¿No? A lo mejor porque la mayoría de novedades cosméticas a las mujeres nos suelen interesar más, ¡pero no tiene por qué! De todas formas, desde aquí hago un llamamiento a los hombres por si quieren que escriba sobre algún tema en concreto, que me lo comenten en el apartado de “sugerencias”, y estaré encantada de hacerlo.
¡A lo que iba hoy! Con este artículo me quiero dirigir a todos los varones mayores de 50-55 años que me lean, y aquellos que conviven con el paciente (puesto que muchas veces son ellos los que detectan los síntomas) para intentar concienciar e informar y así mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufran síntomas del tracto urinario inferior, que es el objetivo de la campaña “La próstata sí importa”, que desde mayo está realizando el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cantabria.
La próstata es una glándula localizada debajo y a la salida de la vejiga que, como ya sabéis, se encuentra solamente en los hombres. Está dentro del aparato reproductor masculino y toma parte en la formación del semen.
En hombres jóvenes tiene el tamaño aproximado de una nuez. Sin embargo, suele experimentar un crecimiento a partir de los 40 años, y es a partir de los 50 cuando suelen empezar los síntomas. Este agrandamiento benigno de la próstata puede derivar en una hiperplasia (exceso en la multiplicación de células en este caso del tejido de esta glándula) conocida como Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP), un trastorno no cancerígeno, que puede afectar a la calidad de vida del varón, puesto que es la causa más frecuente de síntomas del tracto urinario inferior en el hombre.
Por todo ello, la HBP es una patología muy prevalente en varones mayores de 50 años que, además, en muchas ocasiones asumen su sintomatología como una condición propia de la edad y no acuden al médico. La buena noticia es que tiene tratamiento y que, mediante sencillos consejos, la calidad de vida de los pacientes puede mejorar notablemente.
En la mayoría de los casos los síntomas se presentan de forma progresiva, por lo que es importante acudir al médico desde el primer momento. Puede daros consejos de salud, tratamiento médico o quirúrgico que mejorarán vuestra calidad de vida. Además, es muy probable que los síntomas se relacionen con el crecimiento de la próstata, pero existen otras posibles causas que el médico tiene que descartar.
¿Cuáles son los principales síntomas de la HBP?
Para mejorar los síntomas urinarios ocasionados por la HBP, es recomendable que sigáis los siguientes consejos:
Además, hay otros consejos que podéis seguir relacionados con HÁBITOS MICCIONALES Y ENTRENAMIENTO VESICAL:
- Extracción del residuo uretral para evitar el goteo posterior a la micción (vaciar/exprimir la uretra mediante compresión del pene, desde la base hacia fuera, al finalizar la micción).
- Técnicas de reeducación vesical: regular el tiempo entre las micciones durante el día (3h) con micciones programadas, aguantar la sensación de urgencia para aumentar la capacidad de la vejiga (hasta unos 400ml).
- Uso de técnicas de distracción y de relajación para controlar los síntomas irritativos.
- Técnica vaciado vesical (mantenerse en pie uno o dos minutos tras la micción e intentar una nueva micción para vaciar completamente la vejiga).
Si queréis evaluar el impacto de vuestros síntomas, podéis hacer este sencillo test en el que obtendréis la Puntuación Internacional de Síntomas Prostáticos (IPSS):
¡Que tengáis buena semana y hasta el próximo post!
Fuente: Adaptado de Brenes FJ, Brotons F, Castiñeiras J, Cozar JM, Fernández-Pro A, Martín JA, Martínez-Berganza ML, Miñana B, Molero JM. “Criterios de derivación en Hiperplasia Benigna de Próstata para Atención Primaria”, Madrid, Undergraf S.L, 2015.