Con los cambios estacionales y especialmente en otoño, es normal que se produzca una caída del cabello. Es uno de los temas que más preocupan a los hombres, y lo mismo en mujeres, ¡menudo susto cuando de repente vemos que en el desagüe de la ducha o en el cepillo quedan más pelos de los que debería haber! Sobre todo las mujeres con el pelo largo, siempre parece que la caída es exagerada.
Esto es debido a que en verano el pelo tiende a engrosarse para ganar densidad y así proteger nuestra cabeza de la incidencia del sol. En otoño el pelo pierde calidad y se cae. Es normal que en esta época del año se caiga más, pero al mismo tiempo se renueva, como las hojas de los árboles o el pelo de los animales.
La cabeza posee unos 150.000 folículos pilosos y perdemos una media de 100 cabellos al día. El cabello crece a una media aproximada de 1-1,5 cm al mes, y cada uno tiene un ciclo vital de cuatro años, que se divide en tres fases diferentes, de las que seguramente ya habéis oído hablar:
Fase anágena: en crecimiento- 80-90%- duración 2-3 años, aunque podría durar hasta 6 años.
Fase catágena: en transición- 2%- duración 2-3 semanas. El crecimiento se detiene y se separa de la papila.
Fase telógena: en reposo- 8-10%- duración 3-4 meses. Es la fase de caída del pelo.
Si la caída nos parece que es mayor a esos 100 cabellos diarios, o vemos que nuestro cabello se ha vuelto más fino de lo habitual, o notamos que al recogérnoslo parece que nuestra coleta ha disminuido de grosor, debemos preguntarnos cuál es el motivo. ¿Por qué se nos está cayendo el pelo?
Estas causas las separamos en dos grupos: A grandes rasgos, tenemos razones internas o externas; más en profundidad se pueden dividir en cicatriciales y no cicatriciales.
Entre las internas tenemos los factores androgenéticos o la carencia de vitamina B en la dieta. En nuestro día a día, desde el exterior, la polución, los cambios de estación y el estrés, son el mayor peligro.
Cicatriciales:
Trastornos hereditarios, tumores epidérmicos y otras neoplasias, traumatismos (rayos X, quemaduras térmicas, sustancias tóxicas), psiquiátricas, infecciosas, virales, dermatosis diversas.
No cicatriciales:
Congénitas, fisiológicas, tóxicas, infecciosas, mecánicas, nutricionales, metabólicas, endocrinopatías, calvicie idiopática (alopecia andrógena, alopecia areata).
Puntual o crónica, la caída del cabello puede ser debido sólo a una causa, pero suele ser el resultado de varios factores (edad, herencia, equilibrio hormonal, medioambiente, estrés, …). El cuero cabelludo está menos vascularizado, el cabello sufre deficiencias y se debilita. Desvitalizado, pierde vigor y densidad. La alopecia más común es la alopecia androgenética, pero lo ideal es acudir al dermatólogo para que nos diagnostique cuál es la razón.
Conociendo la causa, el tratamiento irá orientado hacia el control de esta. Si es debido a un problema alimenticio, entonces corregir la alimentación o tomar algún suplemento, será la solución. Si la causa es otra, por ejemplo relacionada con el tiroides, estos complementos alimenticios no funcionarán.
Suplementos que podríamos tomar dentro de complementos alimenticios vía oral: metionina, cisteína, L-cistina, pantotenato de calcio, vitamina B2, vitamina B6, vitamina E, biotina, isoflavonas de soja, hierro, zinc. En cuanto a plantas medicinales podemos utilizar Pygeum africanum o Serenoa repens.
Por vía tópica: minoxidilo, antralina, ácido retinoico, ciclosporina A, isoflavonas de soja, pantenol, biotina. Plantas medicinales: Pygeum africanum, Serenoa repens, Equisetum arvense, Ginkgo biloba.
En el próximo post os hablaré de los productos más recomendados en farmacia para la caída del cabello, y de los más novedosos.
Y a vosotros, ¿se os cae mucho el pelo en esta época?