Ayer, 27 de mayo, fue el día del celíaco, y por ello, quería hablaros un poco de esta enfermedad que afecta al 1% de la población.
La enfermedad celíaca es una intolerancia permanente al gluten, proteína que se encuentra en algunos cereales como el trigo, la cebada, el centeno y la avena. Es la enfermedad crónica intestinal más frecuente en España. La padecen individuos genéticamente predispuestos, tanto niños como adultos.
Los síntomas más comunes son: pérdida de apetito y peso, diarrea crónica, distensión abdominal, alteraciones del carácter y retraso del crecimiento en los niños. Sin embargo, los síntomas pueden ser atípicos o estar ausentes, lo que dificulta el diagnóstico. Se calcula que ¡el 90% de los celíacos están sin diagnosticar!
Aquí tenéis un cuadro resumen de los síntomas más frecuentes:
La enfermedad celíaca no es una condición pasajera ni una mera incomodidad. El efecto dañino que tiene el gluten no desaparece con el tiempo, a pesar de que los síntomas pueden variar en intensidad y forma. La ingesta de gluten en las personas celíacas produce una atrofia en las vellosidades intestinales que conlleva una mala absorción de los nutrientes (hidratos de carbono, proteínas, grasas, minerales y vitaminas). Si no se trata, puede desembocar en otras enfermedades asociadas, como pueden ser diabetes, artritis reumatoide, tiroiditis, etc. El único tratamiento que existe, es el seguimiento de una dieta estricta, sin gluten, durante toda la vida.
Una dieta sin gluten consiste en eliminar de ésta: el pan, la pasta, las galletas, y todo tipo de bollería y repostería, salvo los elaborados con harinas preparadas especialmente para dietas sin gluten. El maíz y el arroz, se convertirán en los principales cereales que estas personas pueden consumir. Muchos alimentos básicos están libres de gluten: frutas, verduras, leche, huevos, legumbres, carne y pescado. Sin embargo hay que tener cuidado con los alimentos preparados y envasados. Muchos de ellos pueden tener gluten, aunque éste no aparezca en la lista de ingredientes. Prestad especial atención a aquellos que en la etiqueta ponen términos aparentemente inocuos como espesantes, almidón, aromas, especias, fécula, proteína, etc. pueden ser indicativos de su presencia.
Como la unión hace la fuerza, en Cantabria tenemos la Asociación de Celíacos de Cantabria, pinchando en ACECAN podéis ver a qué se dedican por si os puede interesar.
Ánimo con la semana y ¡feliz miércoles!